Romántico regalo sorpresa desata sospechas de reconciliación entre Isabel Preysler y Vargas Llosa

Un día como hoy pero en 1951 llegaba al mundo en Manila, Isabel Preysler. En su 72 cumpleaños, la ex del premio nobel Mario Vargas Llosa, quiso celebrar desde ayer con una salida al Teatro Real de Madrid acompañada de su hija Tamara Falcó. Isabel se veía muy contenta y dispuesta a conversar con los medios presentes en las inmediaciones del teatro.

Durante su recorrido a la entrada del teatro pudo hablar muy sonriente con cada uno de los reporteros que la abordaban. Cosa que no pareció extrañar a los periodistas,ya que ella siempre está dispuesta, de buena manera, a responder cualquier pregunta que justifique su respuesta.

Un ramo de rosas amarillas llegó como obsequio, a la residencia de la cumpleañera, Isabel Preysler, hoy por la mañana. Esto podría llevar a la conclusión que el regalo vendría de su última pareja, Mario Vargas Llosa. Toda clase de rumores y habladurías se desataron en redes. Pero para decepción de todos sus fanáticos luego se descubrió que el dichoso ramo era un anzuelo de la periodista Laura Roigé para poder ver a la Socialité.

La comunicadora logró que su estrategia funcionara, pero debió dejar el micrófono y la cámara en la garita del guardia. Para llegar a la puerta de la residencia tuvo que caminar un largo trecho y al llegar al pórtico este se abrió, lo que sorprendió a la reportera. Enseguida pensó que la misma Isabel recibiría su obsequio, pero vaya desilusión, tuvo que dárselo a una persona del servicio. Informa Voces Críticas.

La periodista, luego de su salida, contó que no había podido hacer entrega en persona a Isabel Preysler de su regalo, pero que al entregar el ramo de rosas en manos del servicio pudo ver el recibidor de la casa. Este evento de dejar entrar a un periodista a su casa es algo que nunca había ocurrido antes, por lo que Laura Roigé acotó que el gesto había sido un acontecimiento histórico.

Para los fanáticos de la Socialité fue una decepción que el ramo de rosas no hubiera tenido por remitente al escritor peruano y ganador del premio nobel, Mario Vargas Llosa. Su relación de ocho años terminó hace poco, pero al parecer Isabel ya lo ha superado. Su entrada al Teatro Real de Madrid y su lenguaje corporal lo han demostrado.