Dieta peligrosa: la feroz técnica de Vargas Llosa para perder peso que fascina a Patricia Llosa

Mario Vargas Llosa se encuentra en Lima, Perú. Viajó desde Madrid junto a su hijo Gonzalo, para asistir a la boda de su nieta, Josefina Vargas Llosa. Allí se ha encontrado con su ex esposa, Patricia Llosa, y han compartido de muy buena gana durante la celebración, en unión de sus hijos y familiares.

El premio nobel de literatura tiene un ritual anual para desintoxicarse y perder peso. Una vez al año ayuna por 21 días en la Clínica Buchinger de Marbella, un centro de salud que ha sido recinto de otras famosas personalidades, tales como, Christina Onassis y Sean Connery.

Durante casi un mes, Vargas Llosa, se alimenta de líquidos, practica natación, además de hacer Chi Kung, arte milenario de la medicina china que compagina mente, ejercicio físico y respiración. Esta rutina la comenzó el escritor hace un tiempo, cuando su editora, Carmen Balcells, se la recomendó. Informa Voces Críticas.

El programa es muy intenso, por la mañana camina una hora por la playa, luego toma un té o una manzanilla y hace media hora de Chi Kung. Después hago natación para luego pasar a los masajes. Se hace una siesta a mediodía, que es obligatoria, por treinta minutos. Por la tarde hay actividades variadas, pero él, como buen escritor, se dedica a escribir un poco.

Mario Vargas Llosa explica que el ayunar disminuye la concentración y afecta un poco la memoria, por lo que hace un trabajo más ligero, poco creativo, pero, eso sí, lee mucho. Cuando llega al umbral de la clínica ya siente una serenidad que lo embarga. 

Durante el año solo está en movimiento, viajando y asistiendo a compromisos variados, por lo que esta disciplina lo cura física y psicológicamente. Durante el ayuno reflexiona sobre sí mismo y hace planes de vida. Al finalizar los 21 días, dice que sale absolutamente relajado.