Preocupación en la corona británica: Kate Middleton se enfrenta al rey Carlos III y pone en jaque a la familia real

La esposa del príncipe Guillermo, Kate Middleton, ha tomado un gran protagonismo en la familia real. Es más, se dice que es una de las pocas que tiene imagen positiva en el Reino Unido. Ahora, ha puesto en aprietos al rey Carlos III y todo el Palacio de Buckingham, al poner condiciones para que su hijo participe de la gran coronación que se realizará el 6 de mayo próximo.

La princesa de Gales sabe el lugar que tiene en la familia real y por eso exige respeto. Enfrentada al rey Carlos III y Camila Parker, por apañar las infidelidades de Guillermo, ha decidido ponerse firme y no ceder a los protocolos. Al mejor estilo Lady Di, ha sacado sus uñas para defender a su hijo George y no exponerlo a la opinión pública.

Todo estipulaba que el hijo mayor de los príncipes de Gales sea uno de los grandes protagonistas de la coronación de Carlos y Camila, pero no esperaban que Kate Middleton reaccionara y pusiera en duda la participación del niño en el evento que será observado por el mundo entero. Por ello es que comunicó que su hijo sólo participará de la coronación si se le garantiza que la exposición no afectará su salud mental.

Si bien Kate sabe el lugar que tiene su hijo dentro de la familia real y que en algún momento llegará al trono, hoy prefiere protegerlo. No quiere crearle traumas. Su objetivo es que crezca como un niño de 9 años y no queme etapas bajo los estrictos protocolos reales. Informa Voces Críticas.

Muchos consideran que esta decisión de la esposa del príncipe Guillermo se debe a que está cansada de la familia real y ya no quiere seguir aparentando. Es por eso que no teme enfrentarse al mismísimo rey. Además, muchos dicen que su matrimonio con Guillermo tiene fecha de vencimiento y está próxima a llegar.

De esta manera, Middleton a decido dejar de ser sometida por la familia real y proteger a sus niños, ante la mirada atónita de la realeza que tendrá que analizar muy minuciosamente los pasos a seguir y no enfurecer a la princesa de Gales porque podrían arrepentirse.