Dani Alves en pánico: la feroz estrategia legal que lo puede salvar de la cárcel y la insólita reacción del juez

El caso de Dani Alves, acusado de presunta violación en una discoteca de Barcelona el pasado 30 de diciembre, se encuentra en la fase de instrucción y solo queda una prueba por realizar. Sin embargo, esta se está retrasando debido a la negativa de la supuesta víctima a permitir la presencia de un psicólogo contratado por la defensa del brasileño durante la realización del examen psicosocial que se le realizará.

La jueza encargada del caso aceptó la solicitud de la defensa de Dani Alves, pero la víctima se opone a la presencia del psicólogo. La abogada de la denunciante argumenta que la exploración que llevará a cabo el forense es suficiente y que la presencia de un psicólogo pagado por el acusado es inaceptable. 

La Fiscalía también apoya esta postura y ha pedido a la magistrada que desestime el recurso de la defensa. Ante las pruebas contundentes presentadas contra Dani Alves, su defensa ha endurecido su estrategia y busca demostrar que la denunciante no tiene el perfil psicológico de una víctima de delito sexual. 

Por ello, solicitó la presencia de un experto de su parte durante el examen psicosocial y que este fuera grabado para su posterior análisis. Sin embargo, la magistrada rechazó esta última petición. La letrada de la mujer que denunció a Dani Alves, considera que es suficiente con la exploración que lleve a cabo el forense y que la presencia de un psicólogo cuya nómina cubre el acusado es intolerable. Informa Voces Críticas.

El caso de Dani Alves ha generado gran expectación en la opinión pública y los medios de comunicación, y ha puesto de manifiesto la importancia de la prueba psicosocial en casos de violencia sexual. La negativa de la víctima a la presencia del psicólogo contratado por la defensa del acusado plantea un dilema ético y jurídico en torno a la imparcialidad de la prueba.

La resolución de este caso será clave para determinar la culpabilidad o inocencia de Dani Alves, y sentará un precedente en la forma en que se llevan a cabo las pruebas psicosociales en casos de violencia sexual. La decisión de la magistrada en cuanto a la solicitud de la defensa del acusado y la negativa de la víctima será determinante para el futuro de este caso y para la jurisprudencia en la materia.