La gran decepción de Charlene de Mónaco en la coronación de Carlos III, por culpa de Camila Parker

Charlene de Mónaco fue una de las pocas privilegiadas que pudo acudir a la coronación del rey Carlos III, evento que se caracterizó por una lista de invitados muy acotada y una ceremonia sumamente discreta debido a la nueva imagen que la familia real busca impulsar ante el resto del mundo. Sin embargo, la esposa del príncipe Alberto II no quedó muy conforme con la ceremonia.

Durante la previa de la coronación, corrió el rumor respecto a que iba a estar prohibido que las mujeres de la realeza llevaran tiaras, porque el rey Carlos III y Camila Parker querían dar una impresión discreta en el inicio de su nuevo reinado y, a su vez, apoyar la idea de sustentabilidad con la que tan comprometidos están. Pero, una de las grandes desilusionadas con esto fue Charlene de Mónaco.



Al igual que a Kate Middleton, a la ex nadadora no le agradó la idea de no poder lucir una tiara en esta histórica celebración; más aún teniendo en cuenta que solo Camila Parker pudo destacar con una espectacular corona sobre su cabeza. De hecho, según la prensa internacional, Charlene había elegido su tiara favorita y luego tuvo que descartar la idea por las imposiciones de los reyes británicos. Informa Voces Críticas

Aunque la restricción nunca fue oficializada por el Palacio de Buckingham, la prensa del Reino Unido señaló que Camila Parker puso en marcha un nuevo protocolo en la previa de la coronación, apoyado por Carlos III, que tuvo como punto principal mantener una imagen sustentable, alejada de las ostentaciones y extravagancias que, históricamente, caracterizaron a la realeza; por lo que las tiaras quedaron fuera de toda posibilidad. 



Esto fue lo que provocó una gran decepción en Charlene de Mónaco que, de todas formas, cumplió con lo establecido por los anfitriones principales de la coronación, pese que no estuvo de acuerdo porque, al igual que el resto de las integrantes femeninas de las realezas, considera que una tiara es el objeto principal de una coronación y no poder lucirla es, sin dudas, muy injusto.