20.3ºc 
Complot contra la monarquía
El intento de asesinato contra la reina Isabel II en su viaje a Estados Unidos en 1983 revelado por el FBI
El implicado sostenía que su hija había sido asesinada por una bala de goma por el ejército de la reina
Muchos reyes y reinas a través de la historia han sufrido atentados o han pasado por momentos de suma incertidumbre con amenazas de muerte, y la reina Isabel no es la excepción. Archivos de FBI han revelado que la reina estuvo a punto de atravesar un intento de asesinato por parte de un miembro de un grupo político que le contrariaba.
Todo pasó en la década de los 80, cuando la reina Isabel visitaba Estados Unidos junto con su esposo, el príncipe Felipe. Todo iba bien aparentemente, aunque una llamada de parte de Irlanda del Norte encendió las alarmas. Había un hombre en San Francisco que simpatizaba con un grupo llamado IRA dispuesto a hacerle daño a la monarca.
Lo que dicen los documentos del FBI es que un hombre queria vengarse de la reina, tirando un objeto desde el puente de San Francisco al barco donde estaba la reina, justo antes cuando el barco pasara debajo de él, de acuerdo a VOCES CRÍTICAS. La reina Isabel viajaría a bordo del Royal Yatch (Yate Real).
Al llegar la reina Isabel a Estados Unidos, las autoridades tomaron previsiones para evitar ese suceso. Dicen que el hombre, que era miembro del Ejército Republicano Irlandés Provisional (IRA), perdió una hija en manos del ejército de la reina, de ahí su obsesión de venganza. No era el primer intento de atentado contra la familia de la monarca británica.
Pero, ¿qué era lo que quería en esos momentos el grupo IRA? Ellos eran un ejército guerrillero que estaban incluso en Estados Unidos, los cuales querían la independencia de Inglaterra. Un primo segundo de su alteza la reina había sido asesinado antes de todos estos incudentes por estos opositores. De ahí que hubo alerta roja.
La explicación del complot está desglosada en más de 100 páginas, las cuales han sido reveladas por el FBI recientemente. La reina Isabel II viajaba a bordo del Gran Britannia y quien la iba a recibir era el presidente Ronald Reagan y la primera Nancy Reagan. Hubo alerta en Boston y Nueva York por estas amenazas, las cuales no llegaron a nada.
