Juan Carlos I, destruido y en silla de ruedas: la devastadora imagen que refleja su peor momento

Juan Carlos I y la reina Sofía asistieron a uno de los eventos reales más importantes del año: la boda del príncipe Hussein y Rawja Al Said. Pese a que llegaron juntos, llamó la atención la distancia que mantuvieron entre ambos, debido a que no están acostumbrados a compartir momentos juntos. Sin embargo, la imagen que impactó al mundo fue la del rey emérito en silla de ruedas.

El monarca de 86 años, Juan Carlos I, llegó en un coche junto a la reina Sofía y se desplegó hasta el Palacio Real a pie. Pero, una vez dentro del recinto, tuvo que acudir a una silla de ruedas, demostrando así que presenta graves problemas de movilidad. Al parecer, el padre del rey Felipe VI no quiso que las cámaras lo vieran en esa situación, pero poco pudo hacer al respecto.



La impactante fotografía, donde se lo ve a Juan Carlos I en una situación completamente deplorable para él, ha sido tomada por fotógrafos de la Corte Real Hachemita y se viralizó rápidamente. Aunque esta no es la primera ocasión en que debe ser ayudado por una silla de ruedas y queda al descubierto, lo cierto es que sí es la primera vez en que la utiliza debido a su avanzada edad. Informa Voces Críticas

En el pasado, el esposo de la reina Sofía fue visto en silla de ruedas porque debió someterse a una operación de rodilla. En ese momento, por consejo médico, el emérito utilizó esta herramienta por un breve periodo, hasta que pudo recuperarse completamente. Pero, en esta ocasión, no hay confirmación de que haya sufrido alguna lesión y todo indica que tiene que ver con sus problemas de movilidad, propios de la edad.



Aunque resulte humillante para Juan Carlos I, no hay nada que pueda hacer para detener el paso del tiempo. Él siempre se ha mostrado como un hombre fuerte, pero lo cierto es que en los últimos años su salud lo ha puesto en alerta. De hecho, debido a su edad, ni siquiera pudo disponer de la silla de ruedas, debido a que fue ayudado por uno de sus colaboradores en todo momento.

En esta difícil situación, la reina Sofía se mostró completamente ajena. No le brindó en ningún momento ayuda a su esposo, Juan Carlos I y, de hecho, solo compartió con él un breve encuentro privado y el traslado hacia el Palacio Real. Durante la ceremonia, el matrimonio se mantuvo lo más distante posible, un detalle que dejó en claro que su vínculo es casi inexistente, pese a que aún están casados.