La reina Letizia y una feroz acusación: esta es la oscura disputa que enfrentó con Rania de Jordania

Es de público conocimiento que entre la reina Letizia y Rania de Jordania existe una excelente relación. Ambas monarcas comparten su gusto por la moda y tienen personalidades muy similares, que las convirtieron en las líderes de sus respectivas monarquías. Sin embargo, en el pasado, debieron lidiar con una profunda disputa que las involucró a las dos.

Cuando la reina Letizia ingresó a la familia real de España debió aprender a comportarse, a respetar los protocolos reales y a vestirse adecuadamente. Al parecer, a la esposa del rey Felipe VI le gustaba el estilo de Rania de Jordania y es por eso que la homenajeaba en cada oportunidad que tenía. Sin embargo, al poco tiempo fue acusada por la prensa internacional de copiar a la esposa del rey Abdalá II, por lo que debió desarrollar todo su talento para crear un estilo propio.



En la actualidad, tanto Rania de Jordania como la reina Letizia son dos de las mujeres más sofisticadas de las realezas; sin embargo, a la madre de la princesa Leonor y la infanta Sofía le costó muchos años quitarse ese estigma del que fue acusada. Por fortuna, la monarca jordana jamás tomó en serio lo que la prensa decía de la española, pese a que las coincidencias en sus vestuarios eran muy notorias. Informa Voces Críticas

Ambas supieron construir una buena relación, al igual que el rey Felipe VI con el rey Abdalá II y es por eso que, a pocos días de su reencuentro, se espera que ambas mujeres protagonicen una de las disputas más esperadas en el mundo de la moda. Debido a que tienen varios encuentros pactados, el más importante será el almuerzo que organizó Zarzuela en el Palacio Real, se espera que luzcan varios outfits donde dejen al descubierto su gran talento a la hora de vestir.



Al parecer, Rania de Jordania no guardó ningún rencor con la reina Letizia, quien decidió no asistir a la boda del príncipe Hussein -hijo de la monarca jordana- debido a que no quería encontrarse con Juan Carlos I y con la reina Sofía, dos invitados de lujo que tuvo la ceremonia. Como forma de retribuirla, la monarca española preparó una importante recepción en Madrid y un pequeño viaje a Córdoba, junto a Felipe VI y Abdalá II.