Estefanía de Mónaco, destruida: enfrenta esta trágica y dolorosa muerte

Estefanía de Mónaco es una de las integrantes de la familia real más reservadas y discretas. Sin embargo, en las últimas horas fue puesta en el ojo mediático, tras la noticia de un doloroso fallecimiento que le toca enfrentar. La hermana del príncipe Alberto II vive horas sumamente difíciles, tras esta dura pérdida.

Se trata de Baby, un elefante que Estefanía de Mónaco rescató hace una década y que falleció el pasado jueves. La triste noticia fue confirmada por la Asociación Baby et Nepal, una organización sin fines de lucro que creó la monarca, para contener las necesidades de sus dos elefantes, Baby y Nepal -quien también perdió la vida cinco años atrás-.



Sin lugar a dudas, esto representa una gran tragedia para Estefanía de Mónaco, quien no solo es una gran amante de los animales sino que, además, confesó en varias oportunidades que sus dos elefantes la ayudaron emocionalmente en momentos muy difíciles de su vida. La historia entre estos dos animales y la monarca comenzó en 2010, cuando la hermana de Alberto II salvó sus vidas.

Tanto Nepal como Baby fueron rescatados por Estefanía, cuando ella se enteró que iban a ser sacrificados por los dueños del circo al que pertenecían, llamado Pinder. Tras diagnosticarles tuberculosis, los organizadores decidieron terminar con su vida, pero la princesa acudió a la justicia y, luego de cuatro largos años, logró quedarse con su custodia. Informa Voces Críticas



Mediante el proceso judicial, Estefanía de Mónaco descubrió que el diagnóstico era falso y, a partir de allí, inició los trámites de adopción y los trasladó a una de las residencias de los Grimaldi. La hija del rey Rainiero no solo acondicionó ese lugar para ellos, sino que además creó una organización en su nombre.

Según el príncipe Alberto II, Estefanía de Mónaco se abocó a la tarea de cuidarlos luego de que sus hijos crecieran. Para ella fue muy importante y sanador este nuevo compromiso asumido con Nepal y Baby, y es por eso que la muerte de este último le ha ocasionado un gran dolor. De hecho, la propia monarca confesó que a lo largo de los años se sintió muy defraudada por las personas y que el amor hacia los animales la ha salvado.