De terror: fue mal diagnosticado en dos hospitales y se salvó de milagro

SALTA (Redacción Voces Críticas) Una madre vivió un momento de tensión y angustia cuando su hijo de tres años estuvo en estado crítico, tras ser mal diagnosticado por dos centros de salud de la Provincia. La mujer trasladó al menor al hospital por un fuerte dolor en el estómago y vómitos. Los efectivos de salud aseguraron que se trataba de dolor estomacal o un posible cuadro de gripe. De más está decir que ambos diagnósticos estaban alejados de la realidad.

Una salteña denunció a QuePasaSalta la terrible experiencia que padeció con su pequeño, quien se salvó de milagro. El 12 de marzo tomó la decisión de llevar a su niño a la guardia de un centro de salud en Pinares, luego de que manifestara dolor de panza, acompañado de vómitos. Los médicos aseguraron que algo le había caído mal y simplemente le dieron unas gotas antiespasmódicas que no pudieron tratar el problema. 

La mujer volvió al otro día al hospital con su hijo en peores condiciones. Lo peor de todo es que la doctora ni siquiera lo revisó y lo diagnosticó en base al mismo cuadro que el día anterior. “Ni siquiera lo revisó y dio orden que le colocarán un reliveran inyectable”, relató la denunciante. Como su hijo no mejoraba decidió consultar con la clínica Santa Clara “donde una doctora lo atiende y nos dice que estaba por resfriarse y seguro le dolía todo el cuerpo. Me dio tres medicamentos para que le dé”, agregó la mujer.

El martes por la mañana el niño no podía caminar por el intenso dolor que padecía. Indignada, la madre lo trasladó al hospital de su barrio donde exigió que sea atendido por un cirujano, ya que suponía que se trataba de apendicitis. “Les pedí por favor que le hicieran una ecografía porque yo sabía que era apéndice. Apenas la hicieron vi una cara muy extraña entre el doctor y la doctora”, aseguró.

Concluyó diciendo que “lo llevaron a la habitación y solo me dijeron que lo iban a preparar para que ingrese a quirófano porque al final si era apéndice. que tenía una peritonitis, un apéndice que se reventó 48 horas antes. Que había muchísima infección y no me aseguraba nada bueno. Mí hijo salió con sonda y drenaje.”