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20 DE JUNIO

Manuel Belgrano, ese hombre esencial

manuel belgrano

SALTA (Editorial Voces Críticas) Sobre la potencialidad intelectual de Manuel Belgrano se construyó la estrategia política de la Revolución de Mayo. ¿Qué habría sido de aquellos hombres que se animaron a sacudir un poder de casi tres siglos sin tener políticas que ofrecer como alternativa?

Bien es cierto que Mariano Moreno fue el numen de Mayo pero estaba ganado más por las ideas jacobinas herederas de la Francia revolucionaria de 1789 como quedó demostrado en sus “Informes Reservados” a Juan José Castelli cuando partió con el Ejército a tomar posesión de las provincias del norte en nombre del alzamiento porteño, pero no se encuentran enseñanzas tan variadas y profundas como las que dejó Belgrano.

La diferencia entre ambos hombres quizás se encuentre en la distinta materia que los componía. Belgrano volvía a Buenos Aires luego de formarse en Europa donde había accedido a toda la literatura clásica y no tenía un ánimo revolucionario tan enfervorizado como Moreno que un año antes, en Chuquisaca, ya se había contado entre los revolucionarios del 25 de Mayo de 1809.

De hecho, ni siquiera se podría predicar de Belgrano como republicano cuando fue siempre un decidido monarca. Cuando en la sesión secreta del 6 de Julio de 1816 en Tucumán se discutió qué forma de gobierno convenía mejor a estas tierras, el hijo de inmigrantes italianos predicó en favor de una monarquía atemperada o constitucional en base al heredero del imperio Inca. No creía en la participación directa de los ciudadanos en la elección de un gobierno sino al estilo británico en un Parlamento decidido por el voto, sí, pero con un monarca en el vértice superior.

Mientras los demás pensaban en revolución, ejércitos y campañas, Belgrano agotaba sus horas escribiendo sobre las razones que una economía rioplatense debía contemplar. Al levantar la vista desde su escritorio y contemplar la extensión de un país surcado por ríos decidió la necesidad de formar navegantes. ¿Qué hacer con esa enorme cantidad de tierras feraces si el criollo no las sabe cultivar? De formación keynesiana, habló de las formas y modos en que la tierra se debe cuidar: “La tierra no se debe explotar sino cultivar”, dirá en sus escritos.

Y más ¿Cómo pensar un país posible sin educación? Y adelantándose casi siete décadas a Domingo Faustino Sarmiento, predicará la necesidad de educar y fundar escuelas. Es el primer pedagogo argentino, el fundador de establecimientos a su paso. Constituido en militar por imperio de las circunstancias en su primera campaña al Paraguay va sembrando civilización, fundando pueblos y proponiendo sitios para educar.

Los 40.000 pesos fuertes que el gobierno le otorga como premio por sus triunfos en Tucumán y Salta los donará para la creación de cuatro escuelas: Santiago del Estero, Tucumán, Jujuy y Tarija, a la vez que escribe el “Reglamento” que dirigirá la vida de esos establecimientos donde entre otras cosas consigna: “El maestro debe estar al lado del alcalde en los actos público y ganar lo mismo que el ministro”. De esas cuatro escuelas, la última se terminará de construir recién en la década del 90 del siglo XX.

Rico por nacimiento, hijo de un comerciante genovés de aceite, Manuel Belgrano terminará en la pobreza más paupérrima, olvidado y con sueldos adeudados por el Estado. Sólo rodeado de sus hermanos y su médico personal y fiel amigo, el Dr. Joseph Redhead, quien también atenderá a Martín Miguel de Güemes, a quien ni siquiera tiene una moneda para pagar sus servicios y le regala su valioso reloj (que fuera robado del Museo Nacional hace unos quince años). Tal es la pobreza de Manuel Belgrano que para su lápida hay que utilizar el mármol de la cómoda.

Entrega su alma al Creador el día en que Buenos Aires tendrá tres gobernadores en la misma jornada. Mientras el hombre que lo había dado todo para legar una Patria expiraba, en aquel incipiente país comenzaba el periodo de la anarquía.-

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