Conocé la traición de Breatice Borromeo a Carlota Casiraghi el día de su boda que la princesa no olvida

Las bodas en el principado de Mónaco siempre fueron de primera página, desde la que unió a Grace Kelly y el príncipe Rainiero hasta las que sucedieron posteriormente, como la del príncipe Alberto y Charléne que, hasta el presente, después de 10 años, sigue dando tela que cortar. A pesar de que son eventos que desean mantenerlos ocultos, en la boda de Carlota Casiraghi, fue Beatrice Borromeo la que no respetó la privacidad. 

Actualmente, una de las favoritas de los Grimaldi fue la que unió a Carlota Casiraghi, hija de Carolina de Mónaco con el hijo de su mejor amiga, Dimitri Rassam, en el 2019. Y es que en su momento Carolina de Hannover y Estefanía, así como toda su prole, han intentado esconder los romances y bodas ante los medios. Lo que hace difícil capturar una imagen para los reporteros ávidos de información. 

Las uniones que han surgido al pasar de los años de los descendientes del principado han sido casi imposibles de cubrir. Tales como, la de Beatrice Borromeo y Pierre Casiraghi, que se celebró en una isla privada. O la de Tatiana Santo Domingo y Andrea Casiraghi, que no existe ni retrato oficial. En fin, un trabajo rudo para todos los paparazzi. 

Ahora bien, en la boda de Carlota Casiraghi con Dimitri Rassam, si se logró obtener alguna que otra imagen. Y eso gracias a las redes sociales, que cada uno de los invitados al banquete tiene, sobre todo la de Beatrice Borromeo que inundó las suyas con fotografías y videos que publicó en contra de los deseos de la pareja, donde la familia Grimaldi desbordó alegría y felicidad. 

El 29 de junio de 2019, Carlota Casiraghi y Dimitri Rassam contraían nupcias en una boda religiosa muy chic, donde el lugar hacia un homenaje a la madre de la novia, Carolina de Mónaco. Este sitio especial para la princesa es Saint Rémy de Provence, lugar donde Carlota pasó su infancia y en el que Carolina buscó refugio tras la muerte de Stefano Casiraghi. 

Sin lugar a dudas, la mezcla de homenajes familiares, glamour, celebración y privacidad que se logró tener en la boda de Carlota y Dimitri hace que se sitúe en la punta de la pirámide de los enlaces favoritos de los Grimaldi y muy especialmente en el corazón de la princesa de Mónaco, Carolina.