La princesa Charlene queda humillada con esta determinante decisión de Alberto II

La princesa Charlene de Mónaco es una de las royals más destacadas del continente europeo, en especial desde que ingresó formalmente en la Familia Real cuando se unió en matrimonio con Alberto II.

Para la cuñada de Estefanía de Mónaco nunca fue fácil adaptarse a un sistema plagado de reglamentaciones, que imponen un estilo de vida bastante particular y muy diferente al que tienen las personas que no pertenecen a las realezas.

A pesar de ello, la madre de Jaime de Mónaco siempre logró estar bien posicionada al estar al lado de su esposo, quien se mostró a su lado en reiteradas ocasiones, tanto a nivel interno como en ámbitos públicos.

Sin embargo, no todo resulta color de rosas para Su Alteza Serenísima, debido a que en el último tiempo ha sido relegada por su marido en eventos de alta relevancia para el principado y de impacto internacional.

Esto quedó evidenciado con el viaje que realizó Alberto II a Frontón, con la intención de unirse a la milenaria cofradía Commanderie des Maitres Vignerons du Frontonnis, un sitio en el que no consideraron en ningún momento a Charlene.

Según allegados a la dama, no se trató de una situación extraña para la familia, sobre todo porque ella está abocada al cuidado de sus hijos. En dicha ocasión, Alberto II juró ser fiel a los vinos de Frontón y darlos a conocer en todo momento.