Amor oculto: conocé el hombre que la reina Sofía veía en secreto y la feroz traición que nunca le perdonará

Los problemas familiares no solo se dan en los hogares comunes. Los que habitan el palacio de la Zarzuela, no se quedan atrás. A la reina emérita, Doña Sofía, le ha tocado ver como su familia ha sido destruida con el paso del tiempo. A pesar de querer hacer creer a todo su pueblo que nada está sucediendo.

Todo comenzó cuando la obligaron a casarse con Juan Carlos de Borbón, hombre al que no amaba, ya que su corazón pertenecía a Harald de Noruega, pero su amor no era correspondido. Ya casada, en una oportunidad intentó divorciarse al enterarse de la infidelidad del Borbón, pero su madre, Federica, la obligó a regresar a Zarzuela.

Los días de felicidad de doña Sofía fueron muy contados. Los matrimonios de sus hijos fueron algunos de esos días, aunque algunas de las parejas elegidas por sus vástagos no eran de su agrado. Luego los problemas de cada matrimonio, la sobrepasaron. Tras la separación de doña Elena de Jaime de Marichalar, la crianza de sus hijos, Victoria Federica y Froilán, casi recayeron sobre sus hombros. Informa Voces Críticas.

El divorcio que más afectó anímicamente a la soberana, fue el de Iñaki Urdangarín y su hija, doña Cristina. Cuando se descubrió cuán implicado estaba el jugador de balonmano en el caso Nóos y fue llevado a prisión, la relación se vió muy afectada. La reina Sofía visitaba frecuentemente a Iñaki, ya que era su yerno favorito. Por esa razón se le ha ofrecido un buen acuerdo de divorcio.

Pero una fotografía del ex esposo de su hija Cristina de la mano con otra mujer, hizo que la relación con su yerno se rompiera completamente. Le tocó vivir el sufrimiento de doña Cristina y no se separó de ella un solo instante. La imagen que tenía del joven duque de Palma se rompió para siempre.

La vida que le tocó vivir a Sofía de Grecia no es un nido de flores. Cualquiera pensaría que la realeza y sus implicaciones en la cotidianidad de sus miembros es como un cuento de hadas. Más lejos de la verdad, sus vidas son como una obra de teatro, en cada escena los rostros muestran distintas facetas. Los verdaderos rostros solo los conocen los que se miran al espejo.