El Consejo de Ciencias Económicas reconoció a Ana María Guía de Villada, como la primera contadora de Salta

SALTA (Redacción Voces Críticas) El Día Internacional de la Mujer Trabajadora, conmemorado el pasado 8 de marzo, reunió diversas actividades y homenajes a mujeres que trascendieron y dejaron huellas en algún ámbito, sea social, profesional o político. En ese marco, el Consejo Profesional de Ciencias Económicas de Salta, reconoció y homenajeó a la primera contadora salteña, Ana María Guía de Villada.

El presente reconocimiento a Ana María Guía de Villada se remonta a que fue la primera mujer en Salta en obtener el título de grado de Contadora Pública Nacional, con todo lo que ello significaba en la época en la que el acceso a la educación superior de mujeres no era simple de alcanzar, y que además, las dificultades se profundizaban aún más para las mujeres del interior, como lo era Ana María.  

Por ello, el Consejo Profesional de Ciencias Económicas realizó un homenaje en el Día de la Mujer en su memoria este año y rebautizó el Auditorio del Salón Ábaco, que se encuentra ubicado en Avenida Belgrano 1461 y desde este 8 de marzo, lleva el nombre de la reconocida profesional salteña, al considerarla una mujer de impacto, que trabajó y luchó por aquellos logros en su desarrollo personal y a su vez, por los espacios de decisión que ocupó durante el ejercicio de su profesión y sus años de vida.   

En el homenaje, que contó con la presencia del ministro de Gobierno, Ricardo Villada, hijo de Ana María Guía de Villada, el presidente del Consejo de Ciencias Económicas, Juan Pablo López López, señaló que el reconocimiento a la primera contadora de la Provincia, no se limita a su carrera profesional, sino que también reconoce la historia de una mujer trabajadora que persiguió sus ideales y trabajó por una sociedad mejor.  

Asimismo, el titular del Consejo destacó que Ana María Guía de Villada fue ministra provincial, por lo que su trayectoria da cuenta de una mujer que llegó a ocupar lugares de decisión cuando aún estos estaban  designados exclusivamente para los hombres.  

Por último, en el acto de homenaje, remarcaron que la historia de Ana María es un ejemplo de lucha por una sociedad más justa e igualitaria, en la que ella demostró que cuando el contexto y la situación no estaba del lado de sus aspiraciones, prevaleció su anhelo de avanzar hacia sus deseos y no conformarse, marcando huellas que décadas más tarde quedaron plasmadas en el Auditorio que lleva su nombre en su honor y memoria.