La reina Isabel II no dio el brazo a torcer con el príncipe Harry y Meghan Markle: esto le negó rotundamente

Cuando el príncipe Harry y Meghan Markle contrajeron matrimonio le hicieron un pedido muy especial a la reina Isabel II. Ella, sin inmutarse le dio un rotundo no. Ese podría haber sido el primer y gran roce que tuvieron los Sussex con la familia real británica.

El príncipe Harry y se esposa le solicitaron a la madre de Carlos III que le permitieran vivir en el Castillo de Windsor. Ella, sorprendida por el pedido, les dio una respuesta determinante: no. Por eso, les dio la posibilidad de mudarse a Frogmore Cottage. 

Trascendió que el duque de Sussex y Meghan Markle le consultaron a Isabel II si podían habitar en una vivienda del castillo de los Windsor. En ese momento, sólo vivían en el lugar la reina y su esposo, el príncipe Felipe. Allí contaban con departamentos privados, mientras los otros miembros de la familia real estaban alojados en otros lugares.

Ese pedido sorprendió a la reina. De todas maneras, no dio el brazo a torcer, y educadamente, pero con firmeza les sugirió a Harry y Meghan que vivieran en cercanías de Frogmore Cottage, que también está situado dentro del territorio de los Windsor.

El autor e historiador real, Hugo Vickers, precisó que en esos momentos la reina Isabel consideró que no era apropiado tener a un matrimonio recién casado cerca. Es que, de alguna manera, trataba de conservar su privacidad y tranquilidad. Informa Voces Críticas.

Igualmente, les brindó a los Sussex la posibilidad de elegir otras viviendas. Ellos escogieron Frogmore Cottage, aunque recientemente debieron devolver las llaves, ya que el rey Carlos III los terminó desalojando debido a que le darían otra utilidad.