La familia real en llamas: esto hizo Juan Carlos I con los embarazos de sus amantes

Juan Carlos I nunca deja de generar polémica, ni siquiera cuando otro integrante de la familia real es protagonista de algún suceso. En esta oportunidad, debido a que la princesa Leonor está a punto de iniciar su experiencia militar, se comenzó a indagar en los años del emérito dentro de su institución militar y los descubrimientos que ha hecho la prensa española no son para nada gratos.

Aunque de manera oficial no suelen trascender demasiados datos privados sobre la experiencia de los monarcas españoles en la milicia, en el caso de Juan Carlos I su situación fue diferente. Un coronel retirado de nombre Amadeo Martínez Inglés publicó un libro en el que relata las actividades más inmorales del emérito de España en su carrera dentro de la academia militar.



El libro, titulado “Juan Carlos I: el rey de las cinco mil amantes”, cuenta las experiencias del histórico monarca, que Zarzuela intentó dejar bajo llave durante muchos años. Además de relaciones informales con prostitutas, según se relata en este material, el esposo de la reina Sofía habría dejado embarazadas a cuatro mujeres de las que, por supuesto, jamás se hizo cargo. Informa Voces Críticas

Según explica el coronel retirado, lo más común dentro de la institución militar era contratar mujeres para que estuvieran con los soldados, algo que Juan Carlos I hacía regularmente. Sin embargo, eso no fue el peor pecado que llegó a cometer el padre del rey Felipe VI, debido a que dejó embarazadas a cuatro mujeres que, más tarde, fueron expulsadas de la institución sin dejar ningún rastro.



Amadeo Martínez Inglés también habla de los dos casos que sí se atrevieron a ir a la justicia en busca de un resarcimiento por parte de Juan Carlos I, instancias que no llegaron a buen puerto y de las que se conocen muy pocos detalles. Según el ex compañero del emérito, a él le gustaba relacionarse con mujeres más que comer, una actividad que está seguro que aún sostiene en Abu Dabi.

Otro detalle que señala en su libro y que ayuda a comprender la conducta de Juan Carlos I es que, desde muy joven, fue consciente de su posición dentro de la sociedad y de la impunidad que podía aprovechar como miembro de la familia real. De hecho, el emérito jamás mostró ningún remordimiento por el daño que le hizo a la monarquía y, mucho menos, por el dolor que le causó a su esposa con sus constantes infidelidades.