Mimessi, Mimessi..., me suena

SALTA (Por Franco Alvarado para Voces Críticas) Llegó a ser considerado el "Sultán de la zona norte" de la provincia de Salta. Cuando ganó la intendencia de Tartagal, muchos pensaron que con Mario René Mimessi se operaría un gran cambio. Sus antecedentes como militante de la Unión Cívica Radical prometían un alcalde con principios y con ideas de progreso. Dicen que hasta el tradicional "Pim Pim", ya sonaba "Pam Pam" ante la llegada de Mimessi.

Pero para desazón de los vecinos, la gestión de Mimessi se convirtió en algo muy parecido al monte chaqueño que lo circunda, impenetrable, hermética, casi ausente para el vecino que deseaba que volviera la alegría. Si se trataba de cambiar de bichos, los tartagalenses habían pasado del "Oso" Leavy (Sergio) a Mimessi, un gliptodonte, una suerte de armadillo pero prehistórico, que nada hizo por Tartagal, pero que sí salió en medios por malas decisiones como por ejemplo el cuestionado incremento del boleto de coletivo, o la denuncia de la cooperativa de trabajo llamada “Libertad Limitada” quien lo acusó de falta de pagos por las obras realizadas en donde se habrían emitido cheques vinculados a la Municipalidad sin fondo que el Banco Macro rechazó, o cuando la exfuncionaria de Mario Mimessi, Carla Cordero, fue denunciada a través de redes sociales y finalmente imputada, por coimear a las beneficiarias del plan estatal Acompañar.

Un marcado personalismo caracterizó a la gestión Mimessi con un alto grado de machismo que llevó al intendente a coleccionar quejas y cientos de posteos en las redes sociales por discriminación hacia las personas del sexo débil a quienes incluso les habría pagado menos, cuando no les habría demorado los pagos, tan así que algún medio sensacionalista y de dudosa credibilidad llegó a preguntarse en una nota si acaso "¿Mimessi tiene preferencia por los hombres?"

También se quejaron los vecinos que atravesaban dolencias de tipo psicológico hacia quienes habría demostrado una cruel insensibilidad y que según se publicara en las redes el alcalde se habría referido a ellos como "esos locos"; claro, Mimessi no es Serrat y obviamente no se refería a "Esos locos bajitos", como la canción del catalán, sino a vecinos que no estarían en su sano juicio pero que a la luz de los resultados de la gestión Mimessi, les cabe decir aquello del Quijote de la Mancha, que aquellos que él trató de locos en realidad están cuerdos y el único loco que va quedando sería el dicho Mimessi que no comprendió para qué lo habían elegido.

Sí, porque sólo recuerdos van quedando de lo que pudo ser una gran gestión que tanta expectativa había despertado en su momento que hasta parecía que Mimessi lo estaba empujando al vicegobernador, Antonio Marocco, para ocupar su puesto en la reelección. De hecho, peronistas y radicales principalmente habían comenzado a peregrinar a esa región tórrida para hablar con quién podría ser el segundo de Sáenz. Pero a las ilusiones lo mismo que el Bermejo cuando crece y se lleva a los vecinos, de la misma manera pasó con la posible candidatura a la vice de Mimessi.

Y allí quedó Tartagal, con los gastos exorbitantes de festivales que nadie recuerda, la preocupante tasa de pobreza y desocupación, sus calles rotas y su hospital sin curitas. Hoy, no se sabe qué es de la vida del intendente, Mimessi.

Las urnas le levantaron la mano a Franco Hernández Berni, un mozuelo que viene con hambre, pero hambre de trabajo, de hacer y de renovar. Como una paradoja del destino, al día siguiente de perder las elecciones, el lunes 15 de mayo, Mario René Mimessi, inauguró las luminarias sobre el tendido de la Calle Azcuénaga desde Av. Packam hasta Av Mosconi..., no se sabe si para decir que hizo algo, o para marchar por el medio alejándose en su despedida.