Meghan Markle y su maquiavélica venganza contra la familia real: esto planea hacer

Hace varios meses que Meghan Markle está completamente alejada de la familia real de Reino Unido y dispuesta a no regresar nunca más. A diferencia del príncipe Harry, quien asistió a la coronación del rey Carlos III en el mes de mayo, la duquesa de Sussex no quiere saber nada con la monarquía británica y así lo ha demostrado.

Una de las normas más importantes que se deben cumplir dentro de la realeza de Reino Unido tiene que ver con la política. Los integrantes de la corona no tienen permitido manifestar sus preferencias, debido a que eso significaría que están generando algún tipo de ventaja respecto a otros partidos políticos, algo que Meghan Markle ya no está dispuesta a respetar. Informa Voces Críticas



Desde hace algún tiempo se viene hablando de la posibilidad de que Meghan Markle ocupe un cargo político dentro del entramado norteamericano. Sin embargo, en las últimas horas se ha presentado una opción concreta debido al fallecimiento de la senadora norteamericana, Dianne Feinstein.

Según informó la prensa internacional, a la ex senadora aún le quedaban trece meses por delante en su banca del Congreso, lugar que puede ser ocupado por Meghan Markle, quien en los últimos años se ha mostrado como una firme referente de las luchas feministas, entre otras cuestiones políticas de suma importancia.



La esposa del príncipe Harry no solo ha sido una gran defensora de las mujeres, sino que además se ha mostrado comprometida con la cuestión de la salud mental, la lucha de clases y la justicia social. Según los expertos, teniendo en cuenta el clima convulsionado que reina en Estados Unidos, hay posibilidades de que Meghan Markle llegue a ocupar la banca que dejó libre la difunta senadora.

El hecho de que Meghan Markle haya gestado varios acercamientos con representantes de la política norteamericana, le brinda varias posibilidades para quedarse con ese lugar. Esto sería una gran posibilidad para la duquesa, sobre todo si busca vengarse de la familia real, donde no es aceptable que uno de sus miembros se entrometa en este tipo de escenarios.