A todo esto renunció Meghan Markle para casarse con el príncipe Harry

Muchas personas piensan que vivir en un palacio y gozar de todos sus lujos es como vivir un cuento de hadas. Aunque tiene muchas cosas positivas, en el fondo tiene grandes aspectos negativos que solo una persona enamorada puede llegar a soportar, como lo hizo en este caso Meghan Markle.

Este estilo de vida viene acompañado de una serie de responsabilidades y prohibiciones que nadie se imagina. Quizás para los que nacieron con el título real le sea más fácil de cumplir con el estricto protocolo, pero que ¿pasa con quienes adquirieron el título al casarse? Recordemos que Meghan Markle gozaba de su vida como actriz hasta que se convirtió en la duquesa de Sussex, y tuvo que renunciar a algunas cosas.

Estas son algunas de las cosas por las que Meghan tuvo que dejar atrás para convertirse en la esposa del príncipe Harry.

No usar lápiz labial ni esmalte de uñas colorido

Las duquesas que pertenecen a la casa inglesa no pueden llevar colores llamativos, por los que los tonos siempre deben ser claros y discretos. Un color que Meghan ha evitado en todas sus apariciones y ha roto un mandamiento real para encontrar su propio tono de esmalte de uñas. “Mademoiselle de Essie”, es un matiz neutro que se acerca ligeramente al rosado, y que combina perfectamente con su color de piel. Informa Voces Críticas

No usar jeans

Sabemos que el jean es una prenda infaltable y que nunca pasa de moda en el armario de cualquier mujer. Y a pesar de que en su primera aparición con el príncipe Harry, la duquesa mostró su gusto y preferencia por ellos, desde que entró en la realeza tiene prohibido usarlos.

Besarse en público

Por mucho que quiera demostrar su amor por el príncipe Harry, Meghan Markle tiene prohibido dar expresiones de amor y tocarse de manera expresiva en público con su esposo. Tampoco pueden tomarse de la mano cuando asistan a celebraciones o actos de la realeza.

No firmar autógrafos

Cuando pasas a ser parte de la realeza, tu firma se vuelve muy valiosa, lo que se traduce a no poder firmar nada que no sea un documento oficial. Sin embargo, la duquesa de Sussex sí puede tomarse fotografías con las personas, incluso algunas selfies.

De manera que, si alguna vez pensaste en formar parte de la familia real británica, quizás ahora quieras pensarlo dos veces antes de conocer a un royal.

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