Los sueños de Isabel II y Felipe de Edimburgo: se escapaban de la Realeza para soñar con una vida normal

Isabel II y Felipe de Edimburgo tuvieron toda una vida juntos. Un amor que comenzó en sus infancias y que perduró hasta que la monarca dio su último aliento.

La historia de la reina y el príncipe es una de las menos conocidas y tal parece que ellos también tenían sueños lejos del mundo protocolar.

A pesar de vivir un tipo de vida muy lejana a la de cualquier persona común, ya hemos vistos que los miembros de la Realeza han mostrado su lado más “humano” y menos perfeccionista.

Si bien hemos visto que muchos nacen para cumplir con su deber, los deseos de tener una vida más normal y despojada de las grandes responsabilidades de todo un reino, siempre han existido y hasta en las figuras reales más representativas de la Corona Británica.

Isabel y su esposo soñaban con ser “normales” y despojarse de todos los deberes, algo que puede sonar raro dado que Lilibeth siempre ha sido símbolo de las tradiciones y protocolos.

Los reyes se conocieron cuando ella tenía 8 y él 13 años de edad. Luego volvieron a encontrarse en la boda de la princesa Marina de Grecia, en 1934, y parecía que el destino ya estaba escrito. Sin embargo, no fue hasta que la Familia Real visitó la Royal Noval College que nació realmente el amor.

Tras muchos años de romance oculto, en 1947 confirmaron su compromiso y meses más tarde se casaron. La verdad es que las cosas cambiaron mucho tras los primeros 5 años de matrimonio, ya que Isabel se convirtió en la reina de Gran Bretaña. Por lo que los deseos de ser “normales” estaban muy lejanos.

A pesar de su apretada agenda, cuando podían, los monarcas aprovechaban para escapar a Craigoman Lodge, en la propiedad real de Escocia. Su sueño era poder mudarse lejos y tener una vida campestre, donde vivirían como cualquiera de nosotros.

No sólo fueron Harry y Meghan, parece que ya Isabel II y Felipe de Edimburgo soñaban con dejar la Realeza, para poder construir su propio camino.