La "Chirinada" del intendente Daniel Moreno: inaugura su cuarto mandato cometiendo la canallada de cesantear a la empleada que denunció el abuso de su protegido

Salta (Por Franco Alvarado) El sólo hecho de que un intendente busque quedarse en el sillón un cuarto mandato ya denuncia de que se está frente a un sujeto antidemocrático. Sólo los dictadores militares llegaban para quedarse y someter al pueblo a sus caprichos personales. En el pueblo de Vaqueros está ocurriendo el lamentable fenómeno protagonizado por un intendente con aspiraciones de reyezuelo medieval; en efecto, Daniel Moreno, acaba de mostrar que la democracia es sólo el antifaz que utiliza para ocultar sus verdaderos propósitos de eternizarse en el poder a desprecio de cualquier consideración.

Al precio de un paupérrimo resultado electoral y ni bien caminadas las primeras 24 horas de su cuarto mandato, el intendente, Daniel Moreno, ejecutó su primer acto vil ordenando la cesantía de la empleada, Andrea Marina Córdoba González, quien se había atrevido a denunciar ante la Justicia a su lugarteniente -y para algunos el verdadero intendente en las sombras-, el ahora imputado por "Abuso sexual doblemente agravado", Daniel Romero.

A lo largo de cuatro años, la mujer agredida sexualmente por Romero, siempre, al decir de lo expuesto en el expediente, hubo de soportar las humillaciones y bajezas más inimaginables de parte del acusado, y  hasta de sus propios compañeros de trabajo, situaciones todas estas ocurridas con el conocimiento, pasividad, tolerancia y hasta con la sonrisa permanente del intendente Daniel Moreno.

El caso de Córdoba González cobró estado público porque la víctima tuvo el coraje de ir a los estrados judiciales, pero fuentes de la propia Municipalidad de Vaqueros, que pidieron el anonimato para evitar represalias porque las dejarían sin trabajo confiaron que habría otros casos de vejaciones personales cuyas víctimas no se animaron a denunciar.

Precisamente y prueba del sistema de terror que aplica el intendente, Daniel Moreno, puertas adentro de su palacio municipal, es que como la serpiente que se oculta y se enrosca para inocular su veneno, del mismo modo, Moreno se mantuvo agazapado, esperando a ver el resultado de las elecciones para saltar sobre la víctima, la señora, Andrea Marina Córdoba González a quien cesanteó por Resolución municipal, apenas se sintió seguro de que estaría otros cuatro años más en el poder.

Ver del decreto entero al final de la nota

El caso de que esta cesantía haya sido ordenada por Daniel Moreno a sus propias asesoras jurídicas para que redacten la misma, desnuda también la trama de complicidades internas, ya que no se explica cómo siendo mujeres, sean capaces de ver y tolerar que se mancille la honra de una par y todavía defender públicamente en las redes sociales y poner sus conocimientos al servicio de maniobras tan arteras. Una explicación podría ser, quizás, la necesidad de mantener el puesto de trabajo, lo cual demuestra todavía más el carácter dictatorial con que Daniel Moreno maneja su intendencia.

La dolosa y retorcida artimaña jurídica ordenada por Moreno a sus letradas se valió de una interpretación a la criolla de sus propias directivas cuando mediante la Resolución Nro. 104 ordenó a la víctima de abuso sexual hacerse exámenos psicológicos y psiquiátricos, en un intento de hacerla pasar por alterada mental. Luego de un mes de obtenida el alta médica, en el Hospital Público Ragone no existía pedido alguno desde la Municipalidad de Vaqueros para que se hiciese a la víctima tratamiento alguno, como tampoco junta revisora para el alta. Habiéndose presentado la víctima con su alta médica en el municipio, no fue recibida por ninguna autoridad competente. En resumen, todo revela que se le tendió una trampa porque ahora las abogadas aducen que la cesantía se debe a la prolongada ausencia injustificada. Claramente, repetimos, una canallada del intendente Daniel Moreno y sus secuaces.

La máscara democrática de Daniel Moreno se ha caído y deja ver el verdadero rostro de un personaje innoble, vengativo, con el solo objetivo de encubrir a alguien de su círculo íntimo, quién tiene  ya "los dedos pintados" -literalmente- por causas y sentencias judiciales. Traidor en su accionar, pues esperar a pasen las elecciones para cesantear, con argumentos retorcidos, a quien denunciara su vil sistema de ejercicio del poder, es propio de hampones que aplican la vendetta limpiándose a la víctima.

Esto mismo ha sucedido en el municipio de Vaqueros, donde el intendente, Daniel Moreno, ha cometido una "Chirinada", como se conoce a la puñalada trapera, dada por la espalda, que rescata la literatura gauchesca cuando el Sargento Chirino matara a traición y por la espalda a Juan Moreira clavándole la bayoneta.

La tragedia para la señora, Andrea Marina Córdoba González, se ha consumado, no sólo ha sido avasallada en su honra, sino también en su trabajo. Daniel Moreno la ha dejado en la calle, sin recursos y librada a su suerte como venganza por haber puesto en evidencia que el municipio de Vaqueros no es una democracia, sino una dictadura paramilitar donde Moreno junto a sus secuaces han venido para quedarse y como los militares a violentar el mandato del gobernador, Gustavo Sáenz y hasta la Constitución Provincial misma que permite presentarse a elecciones sólo por dos periodos.

Pero lo peor, es que como los dictadores militares, Daniel Moreno y su "Junta", han demostrado lo peligrosos que pueden resultar a ser, llegando al mismo extremo de hacer desaparecer al opositor.

CLICK PARA LEER MÁS SOBRE DANIEL MORENO

Decreto de la Municipalidad 

Video denuncia