Bochornoso momento que vivió el Príncipe Guillermo en un restaurante que lo obligó a pedir ayuda

El Príncipe Guillermo se ha convertido en un auténtico ícono de la realeza gracias a su correcto cumplimiento con su deber familiar, siendo este el primogénito del Rey Carlos y de la recordada Diana, desde entonces, a lo largo de su vida ha sabido comportarse como todo un futuro rey.

Ante este señalamiento es que reviviremos uno de los peores momentos que vivió el príncipe Guillermo y que hoy recuerda como una divertida anécdota. Según información aportada por un diario británico hace unos años, el heredero al trono fue rechazado de un restaurante, demostrando que pese a ser el heredero directo al trono, ni siquiera para él existió una posibilidad de adquirir una mesa en dicho local.

El restaurante que fue capaz de rechazar a este importante miembro de la realeza, fue el Seacroft en Trearddur Bay, Holyhead, en Reino Unido. De acuerdo con algunas declaraciones, además de ser un lugar tranquilo para comer los mejores platillos, también cuenta con habitaciones donde los comensales pueden hospedarse a pasar el rato.

Al parecer, este percance se debió porque uno de los chefs del local estaba enfermo, razón por la cual el restaurante no pudo hacerle frente al esposo de Kate Middleton y a otras 20 personas que lo acompañaban, según lo reseñado por el portal británico este gran grupo eran amigos del hijo del rey Carlos. Fue una fuente cercana del príncipe quien confirmó lo sucedido, así lo afirmó el comandante operativo de la unidad del futuro rey, Sqn Ldr Iain Wright en un comunicado: “El plan era comer allí, pero desafortunadamente tenían a uno de sus chefs enfermo, por lo que no pudieron hacer frente al número que habíamos traído”.

El Príncipe Guillermo tuvo que pedir ayuda para que él y sus amigos pasaran un buen momento en aquella noche, razón por la cual el mismo restaurante llamó al hotel cercano Trearddur Bay para ver si estos comensales de lujo podían asistir a otro local, no obstante, al tratarse de personajes como el hijo del actual rey, aquel establecimiento pensó que era una broma.

“Pensaron que era una broma, que se trataba del príncipe Guillermo y sus amigos, y tuvieron que llamar tres o cuatro veces y decir 'no, esto es real'”, decisión de la cual se arrepintió el dueño del establecimiento al percatarse que en realidad se trataba del heredero de Reino Unido y no poderlo atender.