La reina Letizia comete un acto despreciable e inesperado contra la infanta Sofía

La reina Letizia se ha hecho una importante fama por su carácter fuerte y su personalidad fría y distante. Sin embargo, con sus dos jóvenes hijas siempre se ha mostrado amable y cariñosa, al menos hasta el momento. Según informó la prensa española, la esposa de Felipe VI cometió, recientemente, un acto terriblemente cruel en contra de la infanta Sofía.

Al parecer, la reina Letizia tiene poca tolerancia con la mascota de la infanta Sofía, Jan, y es por eso que ha esperado a que su hija menor se marche hacia Gales para deshacerse de su perro. La prensa de España reveló algunos detalles sobre esta inesperada decisión que, seguramente, causará una nueva disputa entre la monarca y su primogénita.



Pese a que el perro de la infanta Sofía está acostumbrado a dormir dentro del Palacio Real, Letizia decidió instalar una jaula en el jardín para que comenzara a dormir allí. No es la primera vez que la esposa del rey Felipe VI toma una decisión tan cruel; de hecho, el perro de su esposo corrió con la misma suerte cuando ella ingresó a la familia real.

Pushkin fue la mejor compañía del rey Felipe VI en sus años de soltería, su unión era tan fuerte que el perro tenía permitido dormir en la habitación del entonces príncipe. Pero cuando la reina Letizia se casó con el hijo de Juan Carlos I se deshizo de Pushkin y lo mandó a dormir al jardín, debido a que le parecía desagradable que un animal ocupara la cama matrimonial. Informa Voces Críticas



Otro de los perros que sufrió el desprecio de Letizia fue Paquita, la mascota de la reina Sofía. Este pequeño ejemplar fue un obsequio que recibió la emérita de España en una de sus visitas a la Feria 100x100 y, aunque ella se mostró muy entusiasmada con su nueva compañía, la ex periodista no le permitió que lo ingresara al Palacio de Zarzuela.

En el caso de Jan, la mascota de la infanta Sofía, la reina Letizia se mostró muy sonriente junto al animal en las fotos oficiales que retratan la despedida de la joven -antes de que partiera a Gales-. Sin embargo, todo se trató de una fachada para ocultar lo que la monarca española verdaderamente siente hacia los animales: un fuerte desprecio que la lleva a tomar decisiones muy crueles.