Furia en Zarzuela: Juan Carlos I decidió romper la regla más importante para la reina Letizia

Juan Carlos I ha pasado los últimos meses intentando convencer a Felipe VI para que le permita visitar España sin tantas restricciones. Sin embargo, impulsado por Letizia, el rey le ha dejado claro a su padre que solo puede regresar al país de forma esporádica y lejos de Madrid, una de las ciudades que más frecuenta la familia real, debido a su cercanía con el Palacio de Zarzuela.

Pero, al parecer, Juan Carlos I se ha cansado del diálogo y ha decidido pasar a la acción; según las últimas revelaciones de la prensa española, el histórico monarca le comunicó al rey Felipe VI que visitará el país a finales de octubre -para asistir a la jura a la Constitución de Leonor- y que se instalará en Madrid, en la residencia de la infanta Elena.



Debido al estado de salud de Juan Carlos I, su hija favorita se ocupó de reformar su hogar para que sea más accesible para él. Es por eso que el emérito de España decidió que en su próxima visita a España no se instalará lejos de Zarzuela para evitar el enojo de la reina Letizia, sino que se quedará en Madrid, uno de sus lugares predilectos. Informa Voces Críticas

Otra de las opciones del padre de Felipe VI es Sanxenxo debido a que allí se encuentra la vivienda de uno de sus amigos más cercanos. Sin embargo, Juan Carlos I pretende tener más libertades que en el pasado y poder moverse por el país con total tranquilidad, sin la necesidad de cumplir con las restricciones de los reyes de España.



Desde que inició el año, Juan Carlos I se ha mostrado decidido a visitar España de una forma más frecuente. El esposo de la reina Sofía es consciente de que no puede instalarse definitivamente en su tierra natal debido a que no está dispuesto a declarar sus bienes; sin embargo, las leyes de su país le permiten quedarse por 183 días, sin la necesidad de dar explicaciones a nadie.

Es por eso que las visitas de Juan Carlos I se han hecho más frecuentes; pese a la insistencia de la reina Letizia por mantenerlo lejos, el emérito ya no muestra la misma obediencia que en el pasado y, en cada una de sus visitas, rompe alguna de las reglas establecidas. En su último viaje, por ejemplo, se quedó más días de lo habitual y hasta se atrevió a hablar con la prensa. Para la próxima, su idea es no cumplir con las órdenes de la ex periodista e instalarse en Madrid.