Juan Carlos I hizo enfurecer a la reina Letizia y a Felipe VI con esta fulminante declaración pública

La tranquila relación que supieron llevar Juan Carlos I y el rey Felipe VI durante este último año duró muy poco tiempo, debido a que el emérito de España hizo un comentario frente a los medios que desató la furia de su hijo y de la reina Letizia. Con sus inesperados dichos, no solo dejó muy mal parados a los líderes de la monarquía sino que, además, quedó como la gran víctima de la historia.

Antes de marcharse nuevamente a Abu Dabi, Juan Carlos I se atrevió a hablar con la prensa española y reveló si verdaderamente quiere volver a vivir en su tierra natal o no. “Por supuesto”, expresó el emérito, notoriamente sorprendido por la consulta de los medios; luego de esto, se comenzó a especular con la posibilidad de que Letizia sea la gran responsable de que no pueda hacerlo.



Aunque durante estos años se creyó que Juan Carlos I no tenía deseos de vivir en España debido a que eso lo obligaría a declarar sus bienes materiales, con su última declaración dejó en claro que quiere hacerlo, pero no puede. Luego de esto, el rey Felipe VI se comunicó con su padre para hacerle un llamado de atención.

Por el lado de la reina Letizia, también se mostró muy molesta con Juan Carlos I, debido a que su comentario la perjudicó directamente. Los expertos en realeza señalaron que la última declaración del emérito de España indica que son los líderes de Zarzuela quienes se oponen al retorno del rey. Informa Voces Críticas



Pese a que en las últimas visitas de Juan Carlos I a España, tanto la reina Letizia como el rey Felipe VI le habían otorgado más libertades, ahora que decidió hablar en contra de ellos -de forma indirecta- nuevamente se volvió a tensar su relación. En la comunicación que mantuvo el actual líder de Zarzuela con su padre, le pidió que no actúe como si todo hubiera “vuelto a la normalidad” porque no es así.

Aunque el rey Felipe VI y la reina Letizia han intentado mejorar su relación con Juan Carlos I, no quieren que haga declaraciones públicas y, mucho menos, que se lo vincule con la familia real de España. La pareja aún continúa pensando que lo mejor es que el emérito viva fuera del país y haga visitas esporádicas de no más de una semana.