El lapidario castigo que recibió esta jugadora de Gran Hermano por romper las reglas del Congelados

El Congelados regresó a Gran Hermano y esta vez ocasionó una fuerte sanción contra una de las participantes que recibió una visita inesperada. Debido a que no pudo cumplir con las reglas básicas de la actividad, el Supremo le informó cuál fue el castigo que pensó para ella y que funcionó como advertencia para el resto de la casa.

Manzana y Rosina recibieron la visita de su novia y su mamá respectivamente, pero el momento se vio empañado por una insólita actitud de la joven uruguaya, quien no respetó la regla fundamental del juego: no interactuar con la persona que los visita. Pese a que la jugadora realizó una mínima intervención, Gran Hermano la sancionó de forma severa.

 

 

 

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En medio del saludo entre la madre de Rosina y ella, la uruguaya expresó: “¿Mágica?”, en referencia a su gata, que quedó al cuidado de su familia cuando ingresó a Gran Hermano. Pese a que su mamá no respondió a la pregunta, el Supremo no dejó pasar esta falta grave y castigó a la participante: “No se puede hablar, ni reaccionar”, aclaró el dueño de la casa, antes de informar que no podrá participar por la prueba del líder y por la casa.

Vale recordar que los concursantes de Gran Hermano van a competir por una propiedad, al igual que sucedió en la edición pasada con el auto 0km.; sin embargo, la jugadora uruguaya se quedó sin esa oportunidad, por no mantener el silencio al momento del Congelados. En las redes sociales muchos fans señalaron de “injusto” el castigo, debido a que uno de los sueños de la joven es comprar una casa para su mamá.



En cuanto a Rosina, se defendió diciendo que se le “escapó” el comentario, porque realmente quería saber si su mascota estaba bien. Luego del comunicado de Gran Hermano, la uruguaya rompió en llanto, lo que provocó que todos sus compañeros se acerquen a ella para consolarla. Informa Voces Críticas

Respecto a la sanción de Gran Hermano, pese a que la intervención de la jugadora no fue excesiva, los participantes de esta edición han demostrado cierta falta de respeto por las reglas, lo que hizo que el dueño de la casa esté más severo que nunca. Es por eso que ante la mínima falta pone en marcha diversos castigos para controlar a los concursantes.