Leonor develó la dura vida de las princesas: víctimas de amenazas, muchas exigencias y peleas familiares

La realidad de los integrantes de las familias reales europeras están lejos de ser cuentos de hadas. La princesa Leonor, hija del Rey Felipe VI y la reina Letizia Ortiz, develó lo que pasa entre sus pares que tienen casi la misma edad, pero con realidades distintas.

A su corta edad, las herederas a la corona deben cumplir una estricta educación además, muchas veces son víctimas de amenazas, como por ejemplo el caso de la princesa de Países Bajos. Tambien, en más de una oportunidad quedan envueltas en la peleas o polémicas familiares que deben afrontar.

En el caso de Leonor, próxima a terminar el bachillerato y cumplir los 18 años, deberá definir su carrera universitaria, lo cual no es tarea fácil por los mandatos familiares y las exigencias de la corona. Además deberá jurar lealtad a su padre y la realeza. Con eso iniciará formalmente sus acciones para heredar el trono español.

Hace poco tiempo, la hija de Felipe VI y la reina Letizia fue invitada a la celebración del cumpleaños de la princesa Ingrid Alexandra de Noruega pero no pudo asistir. Eso generó una gran polémica ya que acusaron a su madre de no dejarla ir porque podría generar lazos con otras personas.

En cambio, la realidad de la princesa de los Países Bajos, Amalia es totalmente distinta. La hija del rey Guillermo y la reina Máxima tiene 19 años y ya está en la universidad pero no la está pasando muy bien estos momentos. Recientemente recibió amenazas de secuetro.

La sucesora del rey Guillermo está atravesando ese gran drama. Por todo ello, debió reforzar su seguridad. Ya no se hospeda en la universidad y debió volver a la casa de sus padres. Para poder realizar sus actividades habituales, se debe montar un operativo de seguridad especial.

Con todo esto, queda demostrado que la vida de las princesas no es como los cuentos de hadas o como muchos imaginan. Desde su corta edad deben cumplir con protocolos y son sometidos a procesos de educación super estrictos. Por ello es que no tienen una vida como otros adolescentes.