La increíble historia nunca antes contada de la corona de Máxima Zorreguieta: tiene un truco oculto

Una de las destacadas figuras de las monarquías a nivel mundial es Máxima Zorreguieta,  ella se distingue por su sentido de la moda y su estilo moderno, alejado del protocolo real. La reina de los Países Bajos posee una prestigiosa colección de joyas, entre las cuales destaca el diamante Stuart, una piedra única que puede ser adaptada para formar diferentes accesorios.

Durante la reciente visita de Estado de la realeza holandesa a Bélgica, Máxima y Guillermo participaron en varias actividades junto a Matilde y Felipe de Bélgica. En una de ellas, la cena protocolar, Zorreguieta lució un vestido de diseñador y captó todas las miradas con la diadema Stuart. Esta joya no solo es valiosa desde el punto de vista económico, sino también por su singularidad.

El diamante principal tiene un peso de 40 quilates y presenta un delicado tono celeste pálido. Además, es una pieza encastrable, lo que permite a la reina argentina utilizarla de diferentes formas. Aunque suele utilizarla como corona, la tiara puede modificarse en tamaño al desprender ciertas piezas, las cuales pueden convertirse en una gargantilla o pendientes, creando así un conjunto de joyas. Esto fue evidente en una cena de Estado en Luxemburgo hace algunos años.

La preciosa piedra ingresó a la familia en 1690, cuando el rey Guillermo III de Orange, monarca de Inglaterra, y la reina María II de la dinastía Stuart decidieron adquirirla. En aquel entonces, la reina solo la utilizaba como gargantilla y, a pesar de las sugerencias de partir la piedra debido a su gran tamaño, se negó a hacerlo.

Al no tener descendencia, la joya pasó a formar parte de la colección de joyas de la casa real de Orange-Nassau, a pesar de los intentos de la reina Ana de Inglaterra, hermana y sucesora de María, por apropiársela. El diamante Stuart es tan valioso que la reina Beatriz de Orange, madre de Guillermo de Orange, nunca lo utilizó durante su reinado. Informa Voces Críticas.

Máxima Zorreguieta se convirtió en la última monarca neerlandesa en lucir esta joya después de la reina Guillermina de Orange, bisabuela del actual rey. Fue Máxima quien ordenó que el diamante Stuart fuera incorporado a una corona para el día de su coronación. Desde entonces, la pieza ha sido modificada según los gustos de la reina y ha adquirido múltiples usos.