El caso de “La maldita avioneta” de Alfredo Olmedo

SALTA.- (Por Franco Alvarado para Voces Críticas) En un tiempo en que cualquier artilugio es apropiado para captar la atención de la ciudadanía, ya ningún candidato se plantea cuál sería la idea más novedosa para proponer sino de qué manera más extravagante se hacer notar. 

El pre candidato Alfredo Olmedo, devenido en profeta amarillo les sacó varios cuerpos de ventaja a todos poniendo en marcha un mecanismo publicitario ya en desuso: una avioneta que porta su bandera y azota los oídos de los vecinos con un “votá sencillo, vota amarillo” y un entonado “Olmedo gobenadooor”. 

Que Alfredo Olmedo es un personaje más ubicable en la galería de los esperpentos que de los políticos, esto es sabido, aunque la verdad sea dicha, mirando el menú de candidatos la línea que separa a los políticos de los esperpentos se hace cada día más delgada. La diferencia es que Olmedo parece tener asumido ese rol y lo juega con naturalidad, o bien, padece alguna patología psiquiátrica que lo convence de ser un líder destacado, lo cual lo convertiría en un inimputable. 

Convencido de que la inspiración divina baja de los Cielos, Olmedo decidió regar a la población de Salta con “su” palabra y al modo de los castigos celestiales del Apocalipsis, hizo venir desde arriba el estruendo, que, si bien no era de una trompeta angélica, sonaba tan terrorífico como si lo fuera. 

Los vecinos ya en el límite de la tolerancia espiritual comenzaron a difundir “memes” contra el artefacto de Olmedo, el avión, se entiende, llegando a encontrarse en las Redes sociales pedidos de compra de bazukas, RBS-70 sueco y lanzamisiles para derribar a un avión que publicita a un sujeto que habla de Patria y tiene pintados en sus costados el escudo de la Fuerza Aérea Norteamericana. 

Ante la presión popular que llegó incluso a juntar firmas para solicitar que la avioneta de Olmedo calle su voz, el jefe de ese sector amarillo ha condescendido en que cesen los vuelos, pero sólo a la hora de la siesta, es decir ¡Que continuará atronando durante el resto del día!

Sin duda que Juan Domingo Perón se equivocó cuando dijo: “Del Cielo sólo baja la lluvia y Jesucristo”. Le faltaba Alfredo Olmedo, que, además, representa a Jesucristo.

Franco Alvarado